- El elefante distraído:
Había una vez un elefante,
que siempre iba caminando,
y de repente, ¡zas!, se caía,
porque siempre iba pensando.
que siempre iba caminando,
y de repente, ¡zas!, se caía,
porque siempre iba pensando.
Pensaba en maníes, en nubes,
en la tele y en el té,
y al final, ¡zas!, se caía,
¡qué torpe es este bebé!
en la tele y en el té,
y al final, ¡zas!, se caía,
¡qué torpe es este bebé!
- La jirafa presumida:
La jirafa más alta,
con su cuello larguísimo,
se creía la más guapa,
y al resto, miraba altísimo.
con su cuello larguísimo,
se creía la más guapa,
y al resto, miraba altísimo.
Un día, se le cayó un coco,
justo en la punta de su nariz,
y al verse en el agua, ¡un choque!
¡se dio cuenta de su infeliz desliz!
justo en la punta de su nariz,
y al verse en el agua, ¡un choque!
¡se dio cuenta de su infeliz desliz!
- El pingüino futbolista:
Un pingüino muy especial,
soñaba con ser futbolista,
pero al patear la pelota, peo
salía volando, ¡qué vista!
soñaba con ser futbolista,
pero al patear la pelota, peo
salía volando, ¡qué vista!
El pobre, con sus patitas cortas,
solo lograba dar saltitos,
y la pelota, en lugar de goles,
le daba solo en los ojitos.
solo lograba dar saltitos,
y la pelota, en lugar de goles,
le daba solo en los ojitos.
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