Susurros de luna
En la cumbre del cielo callado,
se asoma la luna, de plata vestida,
tejiendo en la noche su canto encantado,
la reina serena de sueños y vida.
Sus ojos de niebla lo ven todo en calma,
sus pasos son sombras que besan el mar,
y lleva en el pecho la luz de mil almas
que en noches perdidas se echaron a amar.
Testigo silente de penas y amores,
de niños dormidos, de amantes sin fin,
la luna suspira detrás de las flores
y escribe en el viento su verso sin fin.
Oh luna, viajera de tiempo y misterio,
qué dulce tu rostro de eterna verdad,
nos guías sin prisa por nuestro hemisferio
como un faro etéreo de luz y bondad.
Comentarios
Publicar un comentario