Rumbo a Marte: el viaje de Juan y Pedrito ✨
La nave "Empanada I" despegó desde la Tierra un martes por la mañana. En su interior, Juan y Pedrito flotaban dentro de sus trajes espaciales, mirando por la ventana la inmensidad negra del universo. Era su primer viaje interestelar y, aunque ninguno de los dos tenía mucha idea de pilotear una nave, confiaban en el manual y en el mate que llevaban a bordo.
—Che Juan —dijo Pedrito, mientras trataba de cebar un mate que flotaba por la cabina—, ¿vos estás seguro que tocamos el botón correcto?
—Sí, Pedrito. Decía "Marte", con una letra medio borroneada, pero era Marte.
—¿Y si decía "Muerte" en vez de "Marte"?
—Bueno… ya estamos en el aire. Si es la muerte, al menos vamos juntos.
Se rieron. A Pedrito se le escapó el mate, que quedó flotando al lado del panel de control.
—¿Vos te imaginas cómo será vivir allá? —preguntó Juan, con la mirada fija en el planeta rojo que ya se veía a lo lejos—. Dicen que no hay ni aire, ni agua… ni parrillas.
—¿Y entonces qué vamos a hacer? —dijo Pedrito—. Yo traje chorizos.
—¿Chorizos para qué, animal?
—Para fundar la primera parrilla marciana. Se va a llamar "El Criollo Galáctico".
Juan se tapó la cara con las manos.
—Te juro que si sobrevivimos, yo vuelvo a la Tierra caminando.
—Caminando no se puede, Juan. Estamos a 54 millones de kilómetros.
—Entonces nadando por el espacio, ¡pero vuelvo!
Ambos estallaron en carcajadas. Por un momento, el silencio del universo se llenó con sus voces, flotando entre las estrellas. Y mientras se acercaban a Marte, sabían que, aunque no tenían todo resuelto, el viaje ya era una aventura inolvidable.
FIN. 🦋

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