Había una vez, en una esquina olvidada de Dream Land, un Kirby que nació diferente. A diferencia de los otros Kirby, redonditos y rosados, este Kirby no tenía boca. Los demás podían inflar sus cachetes, aspirar enemigos y copiar sus poderes, pero este Kirby solo podía mirar, saltar y sonreír con los ojos.
Al principio, se sintió triste. Veía a sus amigos tragar estrellas, volar como globos y lanzar rayos. Él solo rebotaba de aquí para allá, sintiendo que no podía hacer nada importante.
Un día, cuando una sombra oscura cubrió Dream Land y el malvado Rey Sombraniebla robó todas las voces de sus amigos .¡dejándolos mudos y sin poder defenderse!. solo Kirby sin boca no fue afectado, porque nunca había tenido voz que perder.
Con valentía, usó su agilidad para esquivar trampas, su mente creativa para resolver acertijos, y algo que los otros Kirby no necesitaban: trabajo en equipo. Sin boca no podía absorber poderes, pero podía usar su ingenio para usar objetos del entorno: cañas de pescar para atrapar enemigos, paraguas para planear, y espejos para reflejar rayos.
Finalmente, llegó hasta el castillo del Rey Sombra niebla, y usando un espejo gigante, reflejó el hechizo del villano, liberando todas las voces robadas. Sus amigos recuperaron su poder, y juntos derrotaron al malvado.
Desde ese día, todos en Dream Land entendieron que no tener una boca no hacía a Kirby menos valioso. Al contrario, su forma diferente de enfrentar los problemas lo convirtió en un verdadero héroe.
Y aunque nunca habló una sola palabra,todos sabían lo se sentía:felicidad
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